miércoles, 12 de diciembre de 2012

El rayo destructor


Aún guardo en mi retina esa fotografía  de aquellos jóvenes impresa en blanco y negro en el couché de mis recuerdos. Su historia –dicen– fue una tragedia, un espanto; estarían enfermos ¡no!, ¡aquello fue distinto!
Comenzó una tarde en aquella esquina del viejo edificio de la facultad donde cada tarde se citaban. Una mirada, un beso y el mundo se suspendía, sólo el otro existía.  Pero aquella tarde, cuando sus bocas se alimentaban la una en la otra, ella notó –algo–un resplandor, un fuego helado recorriendo su espinazo; no te ama, sus besos son para otra.   Por un momento, una hebra imperceptible de tiempo apartó sus labios de los de él. Después, siguió besándole como siempre. No dijo nada. El percibió la duda, la negación en los ojos de ella. Tampoco dijo nada.
Aquel fulgor reapareció, aleatoriamente al principio, incesantemente después. Ella pasaba las noches en vela;  no me ama, sus promesas están vacías… El golpeaba con sus puños las mañanas, maldiciendo al mundo por perderla. Jamás dijeron nada. Unas palabras sin sentido escritas en tinta roja.
Pero sé, aquel rayo destructor que vi entonces no cesará, aquella visión –horripilante guadaña espectral– sigue su camino, otro corazón quizás aguarde.

4 comentarios:

  1. erica cree q tienes... bueno q te lo diga ella... tienes q hablar mas con tus exnovias. tomas dice que un lenguaje mas sencillo lo haria mas univesal o abierto a no nativos espanoles. javi estudiara el texto y esta dispuesto a musicarlo.
    mi opinion es que este cuento sabe a el ultimo trago de un bourbon con coca cola una noche miercoles de noviembre en un bar con musica de phil lynot y a ti.

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  2. Leyendo el relato he sentido el frío recorriendo mi espinazo y he visto a la de la guadaña....quizá si hubiera habido una mayor comunicación se habrían librado de la muerte...del amor.
    Mariluz

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  3. Gracias por pasaros por aquí en tan señaladas fechas, sois como el turrón y la familia real, pero menos dulces que el primero y más cercanos y certeros que los segundos.

    A Erica le comentaría que a estas alturas, para que demonios voy a hablar con mis exnovias (por otra parte tampoco creo que ellas tengan interés por escuchar...). Tomas, me plantearé la versión simplificada, pero entonces me temo que habrá alguien que me diga, oye, esto parece más un curso de idiomas que un relato; como contrapartida me ofrezco a explicarlo personalmente, o delego en mis castellanoparlantes amigos, que tanto da. En cuanto a la idea de Javi, siéntase libre para musicar lo que le apetezca, y si al final sale algo me deje escuchar el resultado. Y efectivamente Iñaki, este relato es una revisión de una de las primeras cosas que escribí cuando todavía bebíamos bourbon entre semana, y no -al menos en mi caso- gintonics de moda como ahora. Y Mariluz, has diseccionado bien la historia, pero de la muerte del amor, como de su hermana la parca no se libra nadie, bueno sí, quien no sepa que es enamorarse. Feliz 2013 a todos/as. Un abrazo. Pronto, en este mismo blog, mi nuevo relato: "noche de paz, noche de horror"

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